*/*/Ayer creí reconocerme, creo que fue por la tarde... sí, en el pliegue entre el ocio y lo inevitable. Una sucesión de eventos (no desafortunados como en aquella película asquerosa) pasaban delante, indiferentes a mi presencia y yo sólo tenía la certeza de dos cosas una, mis pies helados y dos, el querer un momento que dejara de devenir, quería un momento siempre presente que como fotografía pudiera traer conmigo.

No había expresiones ni afectos, no había palabras pero me bastó un instante para saber que sólo allá el sol se oculta satisfecho de sus destellos; al tercer mes me pareció que deseaba profundamente conservar el aroma que con tanto placer vine a degustar.

Me sientes y huyes de la mirada porque sabes que te traicionas si te quedas, porque sabes que mueres cuando quiera, porque dejarías de ser. Te digo "quédate, da igual ya no eres después de mí".
*/*/*De la misma forma como si hubiera extravíado algo, así los ojos desolados y hambrientos recorren cada espacio, los rincones polvorientos con el temor de encontrarse nuevamente en la oscuridad y en la vaciedad de la vida que sonríe perfecta. No se desgarra la piel ni se llora , sin embargo se sigue ocultando, se acurruca tras las pupilas el deseo, ese deseo que se fuga de vez en cuando, que te toca y que emana mi aire, mi estar.

Hablo conmigo, con esa extraña que soy; tú, cuando termines con ese monólogo habla conmigo. ¿Quién dijo que no había que hablar con extraños?


*/*/ Igual que peligra la flama de una vela bajo un cielo lluvioso, del mismo modo he expuesto un mundo recién nacido. Cometí un asesinato, creyendo suicidarme y bajo el engaño de arriesgar esta nueva existencia he descubierto el gusto por tu muerte; me he encontrado libre y sin voces tras de mi ¿podría vivir así? ¡Claro que puedo! Me entregué al abismo, regresé y quiero más de eso.

Hay algo polvo en mi ropa, en mi cuerpo y siempre ha estado ahí sólo que hoy he dejado de negarlo, como también la tristeza que nace y muere constantemente, así, del mismo modo que he dejado de negar la tristeza, esa que no se agota en la lágrima y que desespera por abandonar el suspiro para estrellarse en el grito.

No puedo liberarme en el mundo de culpas porque nunca hubo uno y, si en un instante del que nunca me percaté, apareció chillando futuro, debo decir que no se puede extrañar lo que no se ha tenido, he ahí la respuesta.

brincando nubes

*/*/ Sigo el transcurso del día, lo observo, lo vivo y a veces lo padezco; saboreo el día en cada uno de sus instantes perdiéndome en la multitud de pensamientos todos ellos tan vivos e intensos, no porque sean la revelación de la fórmula que salvará al mundo de alguna catástrofe, sino que contienen todos los deseos, temores y dudas a su máximo voltaje. A veces llego peguntarme si se manifiesta esa revolución interna en mi rostro ¿lo nota usted cuando me mira?

No tengo ganas de moverme, el aire mismo me ahoga, lo que antes me salvaba hoy me sofoca. Para la mala fortuna de algunos he quemado cada una de las máscaras pues ¡se ha terminado la hora de las complacencias! ¡tengo ganas de hacer de tu hora feliz una verdadera pesadilla!. Pronto veré las nubes por encima de sus cabezas y me embriagaré sonriendo, extraviándome contigo una y otra vez hasta que llegue el día de volverte a ver.
*/*/ La oportunidad de volver es lo único que quiero, es todo lo que puedo desear y lo que me acompaña en aquellos días de gente, sonrisas, ruido; es lo que me acompaña en las noches eternas que el parpadeo encierra y disfraza de instante. La oportunidad de poder sentirte es lo único que vierto en este sollozo; un suspiro ahoga la pérdida, una pérdida que en realidad no es porque trajiste una gota de futuro que ambos queremos necesario y nuestro.

Quisiera poder robarte el peso de una cruda verdad, quisiera quitarte las dudas que cortan la sonrisa. Soy muy débil, la luna no me otorgó el poder de salvarte así, no de ese modo y quizás sólo puedo salvarme pensando que mi presencia te brindó color en una circunstancia terriblemente develada; yo encuentro vida en el sonido de tu risa y en el calor de tu cuerpo.

El llanto se volverá un huésped temido, la distancia será nuestra mejor aliada pues para el acontecimiento de la entrega, entrega total, la impaciencia es un lujo que no podemos atrevernos a imaginar. Cómo te digo todo lo que me pasa en este momento, qué palabras he de usar en cuya precisión se graben todas las cosas que mereces, cómo hago para dibujarte la felicidad que se queda conmigo, nada es suficiente porque nunca encontraría algo tan majestuoso que soporte el peso de tu significado, así que sólo me queda escribir unas pocas líneas que no son sino gotas que escapan de ese todo que ya no quiere contenerse.

¡Por el fascista que llevamos dentro!

*/*/ Tal vez alguien más ya ha comentado al respecto, no tengo idea, pero puedo decir que he descubierto lo genial del decir te quiero (risas risas) no decirlo en ese tono cremosito que me pudre, hablo de que la frase es esencialmente totalitaria y por tanto fascinante.

El deseo, dije en algún momento, es transgresor de las circunstancias de una forma peculiar: dibuja una escena lejana, inalcanzable o posible allá a los mil intentos que en ocasiones, por qué no decirlo, motiva o alienta. A diferencia del desear, creo yo, el querer va más con el ahora, es decir, el querer no se fija en lo que tenga a la mano o en la posibilidad de realización, su radicalidad se encuentra en que el te quiero demanda, sí esa es la palabra, demanda al otro ya, no pide permiso, no suspira ni titubea en sus ganas sino que estalla en la exigencia. Y es que decirlo tiene una fuerza fascistoide extraordinaria a la que es imposible negarse, lo que hay debajo de la caricia y la mirada es el querer totalitario del otro.

Discutir sobre si preferimos ser poseídos de ese modo o poseer, es algo que no importa dado que, el que dice tiene esa conciencia que no está ya en la línea del deseo desgarrado que anhela y se baña en la imposibilidad, en el placer de lo que ha construido, no tiene tiempo de solicitar. El que escucha, sabe que está siendo superado, lo siente y se engaña manifestando un gesto asombro hipócrita, falso, pero única alternativa cuando se encuentra invadido, tomado violentamente .

¡¡vuelen, vuelen!!

*/*/ Ya maté a Dorothy junto con el perro de estúpido nombre; sustituí a los tres fenómenos por mi sola presencia que sobra y basta para joderme la existencia, tengo demasiadas voces en mi cabeza. He dejado casa por el camino amarillo, uso unas zapatillas de rubí que venderé en cualquier momento, tengo un hombrecillo que toma mi mano y besa rico.
*/*/ Dime hoy que me quieres para salir del círculo de invocar el mañana, ayúdame a dejar la periferia del anhelo y el deseo, a perder la tentación y el acoso maldito de la espera. Observa este rostro con el peso de sus años y una humilde vida a cuestas que no hago más que ofrecer, siente el palpitar de este corazón que se desborda.

Deja algo de tu aroma y el recuerdo de un sabor que pinta un colorido devenir; el Sol nos llamará nuevamente y quiero que me descubra así, con esa marca de ti conmigo aún cuando la finita y material ausencia nos ahogue nuevamente. Permite que cierre los ojos y me llene del aroma que libera del sueño y me trae al mundo que ahora decido recorrer contigo, ese mundo en el que nos insertamos aceptando la circunstancia y a la espera del momento oportuno: para el encuentro, para el beso, para la despedida.

Deja que te observe y me encuentre confirmando que estás conmigo, que estoy dejando todo entre tus brazos; apréndete mi rostro y guarda este susurro que sólo quiere acompañarte cuando el miedo y la lejanía se asomen.

el sujeto ha muerto

*/*/ Quién eras tu o en qué momento dejaste de ser…que ni sospecha tuve de tu presencia, presencia no, pues nunca te invoque. He dejado de susurrar tu nombre y abandoné la espera, una espera muerta desde el inicio; no me inventaste cuando era oportuno y hoy pereces como yo lo hice. Una nostalgia en esta indecible ruptura vino a cenar, fue mi amiga un tiempo, me dijo muchas veces que los años eran nada y me mostró que el tiempo es una invención.
*/*/Las nubes y el viento vinieron a verme, abrí mi ventana y ya sin llanto pude ver lo que parecía el nacimiento y ocaso del día; podía ir y venir, estar o no…pero, solo podía pensar en la certeza de tenerte, certeza que no tengo.

Sangrados los recuerdos y cansada de flagelar este cuerpo...regreso al mundo siendo yo el mundo, gloriosa y con rastros del Leviatán entre mis uñas.
*/*/Esta vez nadie quiere fugarse, es el pleno sabor de lo real en que la fragmentación no se menciona; este es el hijo descarriado de Saturno, el que sueña con no perecer.
*/*/Lástima por aquellos que no se han dado cuenta de que pensar es un desprendimiento; es la maquinación y la exteriorización de lo que no puede quedar en la estrechez del pecho. Es creación y no hay porque sentirse culpables por reconocerlo, como tampoco hay que vivir con la angustia del error y una condena que se acerca. El conocimiento del método, la burla que le aplica el juego, la lectura y la imaginación no deben ser anuladas por alguna voz dictatorial que se escode tras las faldas blancas del autor o bien tras la sotana.

Hay palabras y ademanes políticamente correctos que resultan mucho más hirientes que éste gesto de honestidad. Si bien se dice constantemente que la Filosofía es una forma de vida, por esa misma razón, las apreciaciones acerca de la misma no son asunto de nadie más que las personas que asumen la experiencia y sin embargo, considero, algo que ha sido permanente bajo el marco maravilloso de la Filosofía, es el asombro, la escucha y las posibilidades que aparecen y desaparecen, tan plásticas y tan ofrecidas al mundo.
El deseo es la transgresión de las circunstancias. Es por lo que uno no tiene, lo que uno ha probado y se ha grabado en el querer, está en gran medida en función de la carencia.
El deseo rompe con una condición actual: quiero eso…, necesito, no importa que no pueda o que no sea oportuno, no importa el precio...,sigo deseando.
Hay ruptura, pero la posibilidad de la satisfacción es mil veces más poderosa.

La eroticidad del Pie de Queso


*/*/mientras me tragaba el pie de queso..reflexionaba.. LA EROTICIDAD DEL PIE DE QUESO...

En la naturalidad con que la crema se desplaza entre la lengua...la poca resistencia de la galleta a ser devorada…y la felicidad de mi saliva abrazando el sabor la eroticidad se manifiesta en esa misma naturalidad en que la crema se funde con la saliva como sucede con la lengua de un otro queriendo ser en mi y queriendo creer que me encuentra. Se aleja cuando la respiración se corta por instantes, esos breves momentos en que es necesario recobrar el aliento para volver, al movimiento, a la humedad, al placer.


*/*/ Se hace latente ese aroma a humanidad, el calor que nadie necesita ya y, que por tanto, nadie quiere repetir. Emanas odio y habladurías, no te queda alternativa efectiva que el hecho de limpiar el sudor de tu frente y esperar a que se agote el tiempo. Pero no te preocupes, yo también espero tu ocaso, hoy y para siempre.
*/*/ Hoy como alguna otra vez aparece el instante que desesperadamente quiero prolongar; instante que, imagino, viene cargado de vida y de fantasmas que construyen cosas y se alejan dejando algo a medias. Este instante anhela prevalecer para contarme de la fascinación que experimenta al sentirse eterno, viene a contarme que ahora no podrá ser devorado.
*/*/ Tengo ganas de comerme un pie de queso con fresas congeladas, quiero recibir una carta cuyo contenido sea romántico y radiactivo.
Mira, ya he dejado de gritar.


*/*/ No quedaba otra cosa sino el hecho de reconocer la necesidad de una dosis de lejanía cuya apariencia y sentir era interminable; ante la agonía de cualquier ilusión y con la sonrisa burlona de la muerte vino el silencio y la distancia, distancia implorada y que ninguna voz había venido a reclamar.

El mundo no se ha vuelto en contra, lo que pasa es que en la decisión del silencio y la prudencia en nombre de no se qué, no queda opción alguna que huir o enloquecer sin dejar de sonreír. ¡Pero qué importa! ¡Si el nombre sigue estando ahí! ¡Sigue estando aquí siguiéndome en la agonía, en el delirio, en la muerte! .

*/*/ En el tiempo fragmentado se gesta y muere la mentira; la mentira que gozo, que crees y que en ocasiones yo también puedo tragar sin encontrar una necesidad de ello. A veces parece que los rostros van y vienen, se visten y desnudan de significado y al mismo ritmo todo se vuelve recuerdo, un menú de recuerdos cuyas sensaciones no siempre quisiera repetir; pero podría decir que la verdadera duda es mi permanencia, mis ganas y la estabilidad de aquello que me constituye.

Queriendo encontrar algo chistoso diré que quienes me conocen, atribuyen esos delirios a un trastorno o algo así, no se como lo llamarán los psicólogos. Si duda con éstas y todas las líneas ya no trazadas por la pluma sino creadas por un poco de emoción y la presión sobre un teclado, expongo mucho de mí ante los lectores de éste humilde diario casi o en su totalidad quinceañero.

Se ha vuelto familiar esa sensación de pensar en todo y a la vez en nada específico, el desfile de figuras que han salido de una realidad pero también aquellas de la fantasía; el horario habitual, hoy se ha visto perturbado por un insomnio que parece no tener fin. En mi boca yace el vino que no pudo escapar a mis necesidades durante el ocio, en un registro aparece la llamada equivocada y en el pensamiento tú. ¿Será que solo así me es posible convocar la presencia? ¿Es ésta la forma de traer? Las preguntas se opacan con la delicada imagen de la luna, ahora nada es, vuelvo al anonimato victoriosa, vuelvo al placer del ocultamiento.
*/*/ La Filosofía es la voz seductora que cuando menos la esperas ya está susurrando inocente y traicionera en tu oído, un instante después te ha invadido y se ha vuelto una sabrosa adicción.
*/*/ En el ahora, una multiplicidad de caminos decoran lo que será mi destino: a dónde ir, qué hacer, cómo hacerlo; se agregan las sugerencias de aquellos sujetos que ni siquiera recuerdan mi nombre. Pero nada de eso importa, pues mi único reconocimiento es la falta de apetencia y tristemente, me embarga la sospecha de que el foco que iluminaba con el asombro se ha vuelto a la oscuridad, una oscuridad que parece ser eterna y con la que, por motivos que no conozco, me veo obligada a combatir, cuán larga será la agonía de dar sentido al devenir.

En el ahora, externo aquello en lo que ya no creo; me muestro como lo que murió, aferrándome a coincidir contigo para luego, ahogándome de hipocresía correr a pedir perdón.

Debajo del silencio

*/*/ Tienes esa expresión que no excita sino que da pena ajena; mis oídos una y otra vez se disponen a escuchar pero nunca hay algo que puedas ofrecer, ni inspiración, ni conocimiento, solo la ingenuidad mañosa y llorona que brota, que te constituye.

Si bien los años y la experiencias de vida entre tú, los otros y yo, nunca o difícilmente serán las mismas, pero si la Filosofía es el sabor común que a todos nos llama a degustar y si aparte disfrazado de sabiduría te posas por los pasillos, entonces, el sitio de todos se ha vuelto una bofetada.

Tienes esa mirada y los movimientos del perseguido, del culpable; tras esos ojos y ropas, albergas la duda, la ignorancia maldita y la mala conciencia. Reconociéndote mediocre no queda otra que echar manos del poder, de las relaciones con quienes llevan el volante y que sin embargo…, al igual que tú, dudan de su acervo, de su moral barata, de su sexualidad.

Quisiera tener la certeza de que eres el único, así podría garantizar mi total compasión, pero no…, hay más como tú y mi tolerancia no alcanza para tanto.
*/*/ Pensarte es vivir en el embrujo; tu saliva, en lo que quiero nadar eternamente.

*/*/ Te confundo no con la esperanza sino con las ganas de delirio, es el instante en que soy.

*/*/ No he podido encontrar la forma políticamente correcta para decirle que para ser imbécil no se necesita maestría…¡estúpido!.

*/*/ Hoy un compañero de escuela al ver la nueva credencial de estudiante me dijo “con eso ya le vendieron el alma al diablo”, en ese momento dejé de ignorarlo y agregué: la universidad entregó eso y más, la credencial, es solo para recordarlo.
*/*/ Me pareció escuchar un llamado y descubrí los ojos curiosos posados sobre la figura que te mostré lejana; sentí ganas de calor y rocé las manos claras que tímidamente deslizabas sobre el rostro y, ahora prolongo tu recuerdo para amenizar mis horas, para construir historias y quizás para evadir temores, exponiéndome al desencanto gozo de la ingenuidad de que me visto y me sonrojo con las preguntas cuyas respuestas sé me van a delatar.

Como si el pensamiento te hubiera llamado, como si el pensamiento tuviera ese poder de convocarte y hacerte presente, de ese modo las palabras abren una multiplicidad de sentidos al devenir que antes aborrecía y con los cuales ahora quiero engañarme.
*/*/ Después de reconocerme cobarde salí e inicié la caminata de cada día, cuando sin pensarlo, me encontraba ya entre la multitud que marchaba enajenada bajo el cielo lluvioso; no podía ubicar exactamente qué era lo que ocupaba mi pensamiento y tampoco me interesaba destapar una teoría sobre el lodo bajo mis pies, sin embargo mis ojos se abrieron entre las personas, el ruido y la humedad de la ciudad mugrosa.
Mientras avanzaba y, entre que cuidaba el paraguas y mantenía la bufanda junto a mi rostro, el agua se escurría astuta por las paredes, ventanas y la piel, reclamando su sitio por la tierra que en un momento fue mutilada por un mal estudio del suelo y que ahora es cimiento de edificios desgastados y conocidos.

El viento soplaba despacio mezclándose con la transpiración de los cuerpos en movimiento pero espiritualmente ausentes; yo, entre el cochinero y el ruido, brindaba un espacio para esta humilde fascinación que ahora ofrezco.
*/*/ Es tan sencillo ver cómo en el otro brotan las estupideces y los miedos más tontos; pero si me fijo bien, comprendo que ese otro soy yo y hasta puedo sorprenderme de la repugnancia y el sabotaje que he cometido. Sin embargo, cuando amanece, todo es tan limpio y vuelvo a asombrarme con el mundo que antes me había devorado, mundo por el que en un momento me dejé devorar; quiero verte, susurrar de forma sincera y rayarte la espalda con la pluma de mi deseo.

"Anda, pídeme que viole las leyes que te encarnan.." L.E.Aute

*/*/ Camina conmigo entre las aguas turbias de la vida, para que al final, en la parte más oscura y en el sitio que conoces bien, te reconcilies con el placer.

No es malo iniciar el camino y sin pensar en el destino, déjate envenenar por el néctar que guardo solo para ti.
*/*/ Las decisiones me han traído ante ustedes y no me quejo de ello, pero es importante hacer una observación, el hecho de que al mundo le guste comer mierda no significa que deba degustarla. Por lo anterior, propongo: una sonrisa y silencio honestos, que una charla hipócrita.
*/*/ La familia es la ilusión necesaria para no llegar a pelearnos a mordidas. Hay que cargar el vínculo sanguíneo de significado para crearnos algo de culpa y negar el placer de aniquilar al otro.

Y ahora qué...

*/*/ Cuando el espíritu derrama ardor es el preciso instante de la soledad siempre grosera. Ante la falta de honestidad el golpe de verdad, de mi única y agresiva verdad, escucho la impotencia de no evitar el temor; todo es en mí.

En el ahora no tengo aliados y el extraño que soy yo me incomoda, su tono me molesta bastante. Sospecharás entonces que si llamo a tu puerta es para no encontrarme y tal vez así sea, no quiero hallarme porque sé que no hay otra cosa sino episodios desgastados y abarrotados de normalidad, del romanticismo que ya nadie quiere ofrecer y del que me afirmo, no puedo esperar.

Son solo fragmentos, pobres recuerdos que creo me han parido así, sin rumbo y lugar; pero no te preocupes por mí porque no me asusta el llamado de la vaciedad…, aunque quizás, hubiera preferido encontrarte y que tú… hubieras querido encontrarme.
*/*/ Me paseo en la discreción más falsa y en la que nadie parece molestarse. Creo que todo esto ha nacido en el círculo raro de la mentira, de la compostura que se transforma mañosa y loca de complicidad; es una zona bipolar creo yo…sí, un sitio en el que podemos nacer y destruirnos; prevalecer no de forma habitual. Pero es, la locura sin duda alguna, la locura de querer y desear que todo pase, aquí o allá no importa, pero siempre esperando-te-me, no lo sé.

Vivo en el caos del sueño y la mentira de la vigilia, del estar alerta ante el sentir, protegiéndome de la pérdida que imagino se avecina, de lo otro que con o sin cuerpo es monstruoso; grito y lloro vestida de cordura, de lógica, de un estúpido deber ser, de tu futuro e intereses que he adjudicado. No me perdono de nada, ardo en mi fuego y cuando quiero justificarte, me absuelvo.
*/*/ Ahora más que nunca dudo de todo lo que ha sido presentado como claro, del orden y sentido de cada paso en este rumbo que es después de todo extraño y lleno de tramos negros de los cuales parecen brotar ecos que se cruzan confundiéndose. Traes contigo el instante que prolongo en la soledad y que descaradamente se burla de un yo que, ingenuamente pregunta si me recuerdas y sobretodo qué es lo que recuerdas.

Después de la nada latente en este eterno espacio-tiempo, mi amiga la melancolía susurra ciertas ganas de presencia; es para mí la melancolía un traer ahí delante al estilo heideggeriano, el instante en que todo es posible.
"[...] a la espera del día siguiente fue la celda lo que volví a encontrar. Como si los caminos familiares trazados en los cielos de verano pudiesen conducir tanto a las cárceles como a los sueños inocentes."
El extranjero, Albert Camus.

A oído abierto

*/*/ En el túnel de la vida habita la incansable sucesión de imágenes, todas claras y vivas, pero yo creadora de mí y de ti imagino que no he comprendido. En el hogar de la irresistible tentación por la muerte, escucho, ya en la soledad y como en un espejo sintiendo el casi fuera de mí, cómo traigo a recorrerme cada instante. Uno a uno los momentos parecen desfilar delante quebrando los colores y los sonidos para hacer más fuerte su sabor.

En la agonía del encuentro conmigo, naces para morir al antojo de quien te recuerda la finitud. Pasado y futuro no son nada…tal vez vagas decisiones que pretendo llenar de un significado cambiante, que se mueve al ritmo de mis hormonas. El encuentro conmigo no es sino la soledad hablando, la que he descubierto como la visita inevitable e ingenuamente, inesperada.
*/*/Durante este tiempo de invierno, extraño y enfermo invierno, pasó por mi mente preguntar sobre qué es una vida plena, ideal y de la que uno nunca pueda arrepentirse de haber llevado; no comprendo bien cómo funciona eso…a decir verdad, dudo de su posibilidad porque viene la imagen que hollywood ha instaurado en mi cerebro (ha de ser por tanta película cursi que veo). El caso es que si pensara en todas las cosas que me restan por hacer, me volvería loca…creo que ya había dicho algo al respecto; a fin de cuentas concluyo que no se puede esperar nada, no se le puede atribuir una forma al devenir y mucho menos un contenido que nació en la mente de un extraño, ni siquiera en mi propia mente, en el extraño que soy yo.

El que espera en realidad enferma, la esperanza es el riesgo de no tener nada o demasiado de lo que uno no deseaba. La decisión es lo único que hay y un precipicio al que me arrojo constantemente y del cual me viene el miedo y en ocasiones el dolor.

2007

*/*/ Año nuevo que parece significar el haber librado una batalla, de qué o contra qué es algo que no me queda claro pero tengo ese sabor que también se refleja en el rostro de otros. Un “nuevo ciclo” que contiene una gama de oportunidades, retos, aventuras de todo tipo; de una u otra forma es un año más que guarda experiencias, el chiste es según yo, el cómo se afronten y el grado con el que se gocen.

Como es de notarse, estoy en medio de una celebración y sin embargo me encuentro usando un blogspot como diario…, como es de notarse, no tengo mucho qué hacer. Lo único que puedo contar es lo que se observa: la mala noticia del año ya me llegó, los parientes que nunca me han frecuentado y a los que nunca llamo, hoy se comunicaron; los zapatos que casi nunca uso pues jeje, los traigo puestos. Podría añadir otros detalles que seguro no te importan, la cura de todo es que al paso de una semana: mi mala noticia perderá lo trágico, mis parientes dejarán de llamar y yo de escucharlos, no volveré a usar estos zapatos. No hay encanto.
¿Qué pasará cuando esta canción se acabe? Sin duda la espera y el dolor se apagarán, pero para nosotros se afirmará el vació viviremos con los fantasmas, unos más y unos menos, pero al fin todos con las voces que golpean las espaldas; miles de interrogantes sobre lo que es la vida buena y sobre si todo esto ha valido la pena me acosan y se posan sobre ti. !Vaya hora en que abrimos los ojos!