A oído abierto

*/*/ En el túnel de la vida habita la incansable sucesión de imágenes, todas claras y vivas, pero yo creadora de mí y de ti imagino que no he comprendido. En el hogar de la irresistible tentación por la muerte, escucho, ya en la soledad y como en un espejo sintiendo el casi fuera de mí, cómo traigo a recorrerme cada instante. Uno a uno los momentos parecen desfilar delante quebrando los colores y los sonidos para hacer más fuerte su sabor.

En la agonía del encuentro conmigo, naces para morir al antojo de quien te recuerda la finitud. Pasado y futuro no son nada…tal vez vagas decisiones que pretendo llenar de un significado cambiante, que se mueve al ritmo de mis hormonas. El encuentro conmigo no es sino la soledad hablando, la que he descubierto como la visita inevitable e ingenuamente, inesperada.