*/*/Durante este tiempo de invierno, extraño y enfermo invierno, pasó por mi mente preguntar sobre qué es una vida plena, ideal y de la que uno nunca pueda arrepentirse de haber llevado; no comprendo bien cómo funciona eso…a decir verdad, dudo de su posibilidad porque viene la imagen que hollywood ha instaurado en mi cerebro (ha de ser por tanta película cursi que veo). El caso es que si pensara en todas las cosas que me restan por hacer, me volvería loca…creo que ya había dicho algo al respecto; a fin de cuentas concluyo que no se puede esperar nada, no se le puede atribuir una forma al devenir y mucho menos un contenido que nació en la mente de un extraño, ni siquiera en mi propia mente, en el extraño que soy yo.
El que espera en realidad enferma, la esperanza es el riesgo de no tener nada o demasiado de lo que uno no deseaba. La decisión es lo único que hay y un precipicio al que me arrojo constantemente y del cual me viene el miedo y en ocasiones el dolor.
El que espera en realidad enferma, la esperanza es el riesgo de no tener nada o demasiado de lo que uno no deseaba. La decisión es lo único que hay y un precipicio al que me arrojo constantemente y del cual me viene el miedo y en ocasiones el dolor.