¡¡vuelen, vuelen!!

*/*/ Ya maté a Dorothy junto con el perro de estúpido nombre; sustituí a los tres fenómenos por mi sola presencia que sobra y basta para joderme la existencia, tengo demasiadas voces en mi cabeza. He dejado casa por el camino amarillo, uso unas zapatillas de rubí que venderé en cualquier momento, tengo un hombrecillo que toma mi mano y besa rico.
*/*/ Dime hoy que me quieres para salir del círculo de invocar el mañana, ayúdame a dejar la periferia del anhelo y el deseo, a perder la tentación y el acoso maldito de la espera. Observa este rostro con el peso de sus años y una humilde vida a cuestas que no hago más que ofrecer, siente el palpitar de este corazón que se desborda.

Deja algo de tu aroma y el recuerdo de un sabor que pinta un colorido devenir; el Sol nos llamará nuevamente y quiero que me descubra así, con esa marca de ti conmigo aún cuando la finita y material ausencia nos ahogue nuevamente. Permite que cierre los ojos y me llene del aroma que libera del sueño y me trae al mundo que ahora decido recorrer contigo, ese mundo en el que nos insertamos aceptando la circunstancia y a la espera del momento oportuno: para el encuentro, para el beso, para la despedida.

Deja que te observe y me encuentre confirmando que estás conmigo, que estoy dejando todo entre tus brazos; apréndete mi rostro y guarda este susurro que sólo quiere acompañarte cuando el miedo y la lejanía se asomen.

el sujeto ha muerto

*/*/ Quién eras tu o en qué momento dejaste de ser…que ni sospecha tuve de tu presencia, presencia no, pues nunca te invoque. He dejado de susurrar tu nombre y abandoné la espera, una espera muerta desde el inicio; no me inventaste cuando era oportuno y hoy pereces como yo lo hice. Una nostalgia en esta indecible ruptura vino a cenar, fue mi amiga un tiempo, me dijo muchas veces que los años eran nada y me mostró que el tiempo es una invención.
*/*/Las nubes y el viento vinieron a verme, abrí mi ventana y ya sin llanto pude ver lo que parecía el nacimiento y ocaso del día; podía ir y venir, estar o no…pero, solo podía pensar en la certeza de tenerte, certeza que no tengo.

Sangrados los recuerdos y cansada de flagelar este cuerpo...regreso al mundo siendo yo el mundo, gloriosa y con rastros del Leviatán entre mis uñas.