*/*/ En el tiempo fragmentado se gesta y muere la mentira; la mentira que gozo, que crees y que en ocasiones yo también puedo tragar sin encontrar una necesidad de ello. A veces parece que los rostros van y vienen, se visten y desnudan de significado y al mismo ritmo todo se vuelve recuerdo, un menú de recuerdos cuyas sensaciones no siempre quisiera repetir; pero podría decir que la verdadera duda es mi permanencia, mis ganas y la estabilidad de aquello que me constituye.

Queriendo encontrar algo chistoso diré que quienes me conocen, atribuyen esos delirios a un trastorno o algo así, no se como lo llamarán los psicólogos. Si duda con éstas y todas las líneas ya no trazadas por la pluma sino creadas por un poco de emoción y la presión sobre un teclado, expongo mucho de mí ante los lectores de éste humilde diario casi o en su totalidad quinceañero.

Se ha vuelto familiar esa sensación de pensar en todo y a la vez en nada específico, el desfile de figuras que han salido de una realidad pero también aquellas de la fantasía; el horario habitual, hoy se ha visto perturbado por un insomnio que parece no tener fin. En mi boca yace el vino que no pudo escapar a mis necesidades durante el ocio, en un registro aparece la llamada equivocada y en el pensamiento tú. ¿Será que solo así me es posible convocar la presencia? ¿Es ésta la forma de traer? Las preguntas se opacan con la delicada imagen de la luna, ahora nada es, vuelvo al anonimato victoriosa, vuelvo al placer del ocultamiento.
*/*/ La Filosofía es la voz seductora que cuando menos la esperas ya está susurrando inocente y traicionera en tu oído, un instante después te ha invadido y se ha vuelto una sabrosa adicción.
*/*/ En el ahora, una multiplicidad de caminos decoran lo que será mi destino: a dónde ir, qué hacer, cómo hacerlo; se agregan las sugerencias de aquellos sujetos que ni siquiera recuerdan mi nombre. Pero nada de eso importa, pues mi único reconocimiento es la falta de apetencia y tristemente, me embarga la sospecha de que el foco que iluminaba con el asombro se ha vuelto a la oscuridad, una oscuridad que parece ser eterna y con la que, por motivos que no conozco, me veo obligada a combatir, cuán larga será la agonía de dar sentido al devenir.

En el ahora, externo aquello en lo que ya no creo; me muestro como lo que murió, aferrándome a coincidir contigo para luego, ahogándome de hipocresía correr a pedir perdón.

Debajo del silencio

*/*/ Tienes esa expresión que no excita sino que da pena ajena; mis oídos una y otra vez se disponen a escuchar pero nunca hay algo que puedas ofrecer, ni inspiración, ni conocimiento, solo la ingenuidad mañosa y llorona que brota, que te constituye.

Si bien los años y la experiencias de vida entre tú, los otros y yo, nunca o difícilmente serán las mismas, pero si la Filosofía es el sabor común que a todos nos llama a degustar y si aparte disfrazado de sabiduría te posas por los pasillos, entonces, el sitio de todos se ha vuelto una bofetada.

Tienes esa mirada y los movimientos del perseguido, del culpable; tras esos ojos y ropas, albergas la duda, la ignorancia maldita y la mala conciencia. Reconociéndote mediocre no queda otra que echar manos del poder, de las relaciones con quienes llevan el volante y que sin embargo…, al igual que tú, dudan de su acervo, de su moral barata, de su sexualidad.

Quisiera tener la certeza de que eres el único, así podría garantizar mi total compasión, pero no…, hay más como tú y mi tolerancia no alcanza para tanto.