*/*/ En el ahora, una multiplicidad de caminos decoran lo que será mi destino: a dónde ir, qué hacer, cómo hacerlo; se agregan las sugerencias de aquellos sujetos que ni siquiera recuerdan mi nombre. Pero nada de eso importa, pues mi único reconocimiento es la falta de apetencia y tristemente, me embarga la sospecha de que el foco que iluminaba con el asombro se ha vuelto a la oscuridad, una oscuridad que parece ser eterna y con la que, por motivos que no conozco, me veo obligada a combatir, cuán larga será la agonía de dar sentido al devenir.

En el ahora, externo aquello en lo que ya no creo; me muestro como lo que murió, aferrándome a coincidir contigo para luego, ahogándome de hipocresía correr a pedir perdón.