El deseo es la transgresión de las circunstancias. Es por lo que uno no tiene, lo que uno ha probado y se ha grabado en el querer, está en gran medida en función de la carencia.
El deseo rompe con una condición actual: quiero eso…, necesito, no importa que no pueda o que no sea oportuno, no importa el precio...,sigo deseando.
Hay ruptura, pero la posibilidad de la satisfacción es mil veces más poderosa.
El deseo rompe con una condición actual: quiero eso…, necesito, no importa que no pueda o que no sea oportuno, no importa el precio...,sigo deseando.
Hay ruptura, pero la posibilidad de la satisfacción es mil veces más poderosa.