*/*/ Aquí ya no hay lamentos…ni anhelo por eso que tanto gustó, no hay ni palabras ni lágrimas que conmuevan. Solo se esconden dos opciones: experienciar el abismo o apostarle a la lástima.
*/*/Santa Claus ha muerto, yo lo maté.
Es divertido
El otro día estaba viendo un concierto, repetido, de Live 8 donde salen cantantes fingiendo afecto por el mundo. El caso es que sale Will Smith diciendo que cada 3 segundos muere un niño de hambre y al mismo tiempo tronaba los dedos para simular el paso de los segundos; yo empecé a tronar los dedos y me gustó, lo disfrutaba y me reí bien cabrón, luego mis compas me miraban raro..jaja pero descubrí que se siente bien chingón estar matando morrillos simbólicamente.
*/*/ Hoy no quería levantarme, el abrazo de las cobijas era el más fuerte y la luz se peleaba con mis ojos, no permitía que se abrieran ante mi pobre rutina. Un delicioso olor a café llegó hasta mi recámara y no fue sino hasta ese momento que me desperté completamente.
Tengo esa sensación de nostalgia pero no sé hacia qué, activo el pensamiento que minutos antes se encontraba atascado y me percato del mortal vacío que vengo a suavizar escribiendo nada.
Tengo esa sensación de nostalgia pero no sé hacia qué, activo el pensamiento que minutos antes se encontraba atascado y me percato del mortal vacío que vengo a suavizar escribiendo nada.
*/*/ Si tuviera que rezar, pedir o rogar por algo, sería por ti; ahora que lo pienso hasta temo por tu vida y…, ve que estoy dejando ese tono que tanto te irrita…mira cómo me ha cambiado el gesto, me pongo seria de preocupación.
Si tuviera que rogar por algo, sería porque nunca despiertes del sueño que te aniquila, porque nadie te quite el velo y, es que si el momento llega, no soportarás el peso del mundo sobre tus hombros y mucho menos su indiferencia, el sin sentido y el goce de su tragedia.
¡Oh! Mi pequeño monaguillo burgués (muchas pero muchas risas) estás bien jodido…no jodido a secas, BIEN JODIDO: no te conoces, no estás seguro ni en la cuna de la seguridad que es tu culto a la virtud, no soportas la idea de asomarte a la ventana, no te cansas de esperar. No lo hagas porque el golpe será doble…mm, ojalá nadie te despierte.
Si tuviera que rogar por algo, sería porque nunca despiertes del sueño que te aniquila, porque nadie te quite el velo y, es que si el momento llega, no soportarás el peso del mundo sobre tus hombros y mucho menos su indiferencia, el sin sentido y el goce de su tragedia.
¡Oh! Mi pequeño monaguillo burgués (muchas pero muchas risas) estás bien jodido…no jodido a secas, BIEN JODIDO: no te conoces, no estás seguro ni en la cuna de la seguridad que es tu culto a la virtud, no soportas la idea de asomarte a la ventana, no te cansas de esperar. No lo hagas porque el golpe será doble…mm, ojalá nadie te despierte.
*/*/Me visto y me marcho, me entrego al olvido; te veo mover los labios, parece que pides que me quede… no alcanzo a escucharte quizá tengas que gritar porque hoy nada es suficiente. Sí, es cierto que son muchos años, años en que sólo minutos he estado presente y sólo segundos en los que te has asomado, te libero del reclamo y yo me libero de la espera. No busquemos implicaciones en las palabras nacidas durante el delirio, ya pasó.
Lloverán preguntas, la gente quiere saber aunque no le importe si vivimos o no, a mí tampoco me importa y propongo la lejanía, la continuidad de la lejanía. Fuiste mi extraño favorito.
Lloverán preguntas, la gente quiere saber aunque no le importe si vivimos o no, a mí tampoco me importa y propongo la lejanía, la continuidad de la lejanía. Fuiste mi extraño favorito.
*/*/ Hoy recordé tu figura, la repasé todo el día como en esos días que seguro también recuerdas. Una canción estúpida dice que "los recuerdos son tristezas dobles, que liberan o construyen soledad"… creo y digo creo, que hoy ha sido así como la canción. Una persona buscaba nombres, sujetos, en cada una de mis líneas, pero lo que no sabía es que todos son intercambiables si quieres puedes ser un personaje y fingiré que algo pasó contigo, imaginaré el encuentro si así lo deseas, pero aprovecha, porque no arrastro fantasmas.
Construyo una vida contigo, sin ti o mejor aún sin mi; luego me levanto y la leo queriendo sentir una vez más para despertar con el sabor de que no es posible volver. Escribo como nunca antes me lo había permitido y te hablo de todo y nada; tengo esa sensación de melancolía ante una serie de imágenes que según parece me constituyen, rostros van y vienen, no me detengo.
Construyo una vida contigo, sin ti o mejor aún sin mi; luego me levanto y la leo queriendo sentir una vez más para despertar con el sabor de que no es posible volver. Escribo como nunca antes me lo había permitido y te hablo de todo y nada; tengo esa sensación de melancolía ante una serie de imágenes que según parece me constituyen, rostros van y vienen, no me detengo.
*/*/Pasa y siéntate, camina con la naturalidad y costumbre que los siglos por aquí te han otorgado; el café siempre está caliente pero la cena parece no estar lista. Murmullos rebotan de pared a pared, habladurías, palabras que no implican nada y que nacen para llenar desesperadamente un vacío y cargarse de hipocresía en tanto que nadie quiere saber de ti ni de allá.
En un parpadeo, los muslos vuelven a contraerse, el beso seco se hace presente una y otra vez, siempre tan falto de ternura pero también, siempre tan gordo de conveniencia. El magnífico vínculo afectivo se ha disuelto o quizá…nunca existió ¡que ilusión tan duradera!. La humedad de los cuerpos se escapa presurosa y empiezo a odiarte; me deleito odiándote y regreso al mundo donde se escuchan las habladurías, no te vi partir.
En un parpadeo, los muslos vuelven a contraerse, el beso seco se hace presente una y otra vez, siempre tan falto de ternura pero también, siempre tan gordo de conveniencia. El magnífico vínculo afectivo se ha disuelto o quizá…nunca existió ¡que ilusión tan duradera!. La humedad de los cuerpos se escapa presurosa y empiezo a odiarte; me deleito odiándote y regreso al mundo donde se escuchan las habladurías, no te vi partir.
El llamado del abismo
*/*/Los ojos están cansados, todo el cuerpo lo está y es que, tantos años se cobran en éste último que parece eterno; comprende que en la infinidad de rostros que le rodean, en realidad ninguno le pertenece, nadie quiere nada de nadie porque no hay tal necesidad de formar parte de algo, estúpida e ilusoria necesidad. Si piensa en el cuerpo no es ya para repasar los debates sobre su negación o la entrega a los placeres de la experiencia sensual, el cuerpo solo es un lastre al que hay que mantener drogado para evitar los interminables dolores.
No se puede ver el final entre los escombros de una vida que no tiene rumbo y hacia la cual no hay apetencia dirigida ¡ha llegado el momento de la confesión!..., ¡ha llegado la vacuna liberadora de la muerte!, si te parece una huida…no importa lo que digas pues pronto dejará de oírte ladrar.
No se puede ver el final entre los escombros de una vida que no tiene rumbo y hacia la cual no hay apetencia dirigida ¡ha llegado el momento de la confesión!..., ¡ha llegado la vacuna liberadora de la muerte!, si te parece una huida…no importa lo que digas pues pronto dejará de oírte ladrar.
*/*/Se ha terminado el asombro, no queda nada que dirigir hacia ti, sin llanto alguno te doy la espalda después de haberte aniquilado con tanto gusto. Aniquilado el mundo, el deseo y el fantasma de anhelar la presencia.
Siento el regreso después de tanto abandono y me encuentro intacta pero aún gozosa de verte dar el último respiro, de esa forma encuentro que mi sentido es no tener sentido, ni esperarlo.
No conservo a nadie y sospecho que nadie me conserva, lo curioso es que puedo dormir tranquilamente; alguna vez traté de ser feliz y de marchar como había sido requerido...mmm…no, no funcionó. Dios que ahora escribo como “dios” solo vino a escupir cobardía en un momento en que todo aparecía brutalmente, no había lugar al cual correr y empecé por decidir…, decidir el sin sentido, el delirio, el placer, el dolor.
El instante
Tenía el borrador del lápiz entre los labios y respiraba tranquilamente mientras las palabras se depositaban en mis oídos, con la mirada discreta barría a las otras cabezas. No, nadie se percató de mí ni del deseo, del deseo por el otro, del deseo del otro por la otra o de todos contra todos…fingía.
¡Vaya, una vez más ha llovido estupidez! Y no he podido acostumbrarme…quizá no me interesa . Sigo fingiendo pues no hay nada que despierte el asombro, observo, peino a las miserables almas de la mediocridad y hasta siento perdonarles.
¡Vaya, una vez más ha llovido estupidez! Y no he podido acostumbrarme…quizá no me interesa . Sigo fingiendo pues no hay nada que despierte el asombro, observo, peino a las miserables almas de la mediocridad y hasta siento perdonarles.
Regreso al cuerpo, al mío, al tuyo; me doy cuenta que transpiro y excito el pensamiento colando la mirada entre tu ropa, te empujo contra las paredes con vehemencia y así, cansada, sin llanto alguno la melancolía golpea la puerta recordando que la mentira es mía, hija de la soledad, que en realidad, no quiero negar sino vivir en ella.
Los ojos estaban fijos abarcando todo a su alrededor, amarrando el mundo hacia sí mismo, una sonrisa natural pero perversa apareció en los labios que con tanto odio y excitación mordí. Cundo las manos dejaban las huellas moradas en la piel, la risa, la humedad...eran la locura y la cumbre del poder.
/*/* El engaño siempre sabroso remojado en los movimientos suaves del cuerpo nunca antes tocado (eso también era un engaño)…como el asombro hacia la lluvia de sabiduría que fue siempre, realmente, desapercibida. Ella no sabía el goce que su él traía a ésta parte del prójimo y así bajo el mismo engaño vino la disolución, nadie sufrió, todos felices y el café aún caliente en mi taza.
/*/* El engaño siempre sabroso remojado en los movimientos suaves del cuerpo nunca antes tocado (eso también era un engaño)…como el asombro hacia la lluvia de sabiduría que fue siempre, realmente, desapercibida. Ella no sabía el goce que su él traía a ésta parte del prójimo y así bajo el mismo engaño vino la disolución, nadie sufrió, todos felices y el café aún caliente en mi taza.
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