*/*/Lástima por aquellos que no se han dado cuenta de que pensar es un desprendimiento; es la maquinación y la exteriorización de lo que no puede quedar en la estrechez del pecho. Es creación y no hay porque sentirse culpables por reconocerlo, como tampoco hay que vivir con la angustia del error y una condena que se acerca. El conocimiento del método, la burla que le aplica el juego, la lectura y la imaginación no deben ser anuladas por alguna voz dictatorial que se escode tras las faldas blancas del autor o bien tras la sotana.

Hay palabras y ademanes políticamente correctos que resultan mucho más hirientes que éste gesto de honestidad. Si bien se dice constantemente que la Filosofía es una forma de vida, por esa misma razón, las apreciaciones acerca de la misma no son asunto de nadie más que las personas que asumen la experiencia y sin embargo, considero, algo que ha sido permanente bajo el marco maravilloso de la Filosofía, es el asombro, la escucha y las posibilidades que aparecen y desaparecen, tan plásticas y tan ofrecidas al mundo.
El deseo es la transgresión de las circunstancias. Es por lo que uno no tiene, lo que uno ha probado y se ha grabado en el querer, está en gran medida en función de la carencia.
El deseo rompe con una condición actual: quiero eso…, necesito, no importa que no pueda o que no sea oportuno, no importa el precio...,sigo deseando.
Hay ruptura, pero la posibilidad de la satisfacción es mil veces más poderosa.

La eroticidad del Pie de Queso


*/*/mientras me tragaba el pie de queso..reflexionaba.. LA EROTICIDAD DEL PIE DE QUESO...

En la naturalidad con que la crema se desplaza entre la lengua...la poca resistencia de la galleta a ser devorada…y la felicidad de mi saliva abrazando el sabor la eroticidad se manifiesta en esa misma naturalidad en que la crema se funde con la saliva como sucede con la lengua de un otro queriendo ser en mi y queriendo creer que me encuentra. Se aleja cuando la respiración se corta por instantes, esos breves momentos en que es necesario recobrar el aliento para volver, al movimiento, a la humedad, al placer.


*/*/ Se hace latente ese aroma a humanidad, el calor que nadie necesita ya y, que por tanto, nadie quiere repetir. Emanas odio y habladurías, no te queda alternativa efectiva que el hecho de limpiar el sudor de tu frente y esperar a que se agote el tiempo. Pero no te preocupes, yo también espero tu ocaso, hoy y para siempre.
*/*/ Hoy como alguna otra vez aparece el instante que desesperadamente quiero prolongar; instante que, imagino, viene cargado de vida y de fantasmas que construyen cosas y se alejan dejando algo a medias. Este instante anhela prevalecer para contarme de la fascinación que experimenta al sentirse eterno, viene a contarme que ahora no podrá ser devorado.
*/*/ Tengo ganas de comerme un pie de queso con fresas congeladas, quiero recibir una carta cuyo contenido sea romántico y radiactivo.
Mira, ya he dejado de gritar.


*/*/ No quedaba otra cosa sino el hecho de reconocer la necesidad de una dosis de lejanía cuya apariencia y sentir era interminable; ante la agonía de cualquier ilusión y con la sonrisa burlona de la muerte vino el silencio y la distancia, distancia implorada y que ninguna voz había venido a reclamar.

El mundo no se ha vuelto en contra, lo que pasa es que en la decisión del silencio y la prudencia en nombre de no se qué, no queda opción alguna que huir o enloquecer sin dejar de sonreír. ¡Pero qué importa! ¡Si el nombre sigue estando ahí! ¡Sigue estando aquí siguiéndome en la agonía, en el delirio, en la muerte! .